La Col es una verdura de hoja grande, de la familia del repollo, color verde pálida y de tallos blancos y gruesos, de sabor agridulce.
Esta planta es nutritiva, mineralizante y de notable acción medicinal. Es refrescante, digestiva. Es una verdura básica en la dieta macrobiótica, muy empleada en la preparación de ensaladas y encurtidos, fuente de vitaminas A (su jugo aporta 21.000 UI), complejo B, C, E, U que es factor antiulceroso, caroteno y betacaroteno, además clorofila, calcio (contenido mayor que el de la leche), fósforo, azufre (purificador y barredor de impurezas), hierro, potasio, magnesio, manganeso y abundante sílice soluble, necesarios para el tejido conjuntivo. el hígado, las suprarrenales, el tejido pulmonar, el timo y el páncreas, órgano regulador de la absorción y trabajo del sílice.
Benéfica en tratamientos terapéuticos de ulceras, acidez estomacal o agrieras, en escorbuto y catarros bronquiales. Una o cucharadas de su jugo al día, combaten las lombrices intestinales. Favorece la oxigeneración de la sangre, es limpiadora y depurativa por su alto con tenido de azufre.
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Todas las coles restablecen la flora intestinal, alivian las mucosas, contribuyen a cicatrizar úlceras gástricas y regenerar el tracto digestivo y la irritación del colon, tienen afinidad especifica con el páncreas, lo alimentan y favorecen sus funciones y la secreción de la insulina.
En zumo, mezcladas con jugo de zanahoria y lechuga, son de gran beneficio para el organismo. Son ricas en elementos alcalinos. Preparadas en encurtidos, ayudan a restablecer el pH y mejorar la capacidad productora de insulina del páncreas y del colágeno en los tejidos. Tener en cuenta que mezclar las coles con las judías y el coliflor aumenta los gases.
Fuente: Diccionario Naturista – Naturaleza y Vida