El pepino cohombro proporciona vitaminas A, E, B1, B2, B3, Cy PP, ácidos fólico, salicílico y tartárico, mucílago, goma, cucurbita, sustancias pépticas, lecitina, calcio, cloro, fósforo, hierro, cobre, magnesio, potasio, azufre, sílice, yodo, azufre, manganeso y zinc.
Es rico en fibra, contiene proteína, abundante agua (98%), y es bajo en sodio. El jugo del pepino es un buen neutralizante de la acidez del estómago, la sangre y la orina; elimina toxinas del organismo y flemas de los pulmones; es laxante, combate la inflamación del estómago e intestinos, útil en la úlcera estomacal y en tratamientos de afecciones pruriginosas.
Es un diurético natural y útil en casos de artritis y gota. Promueve la flexibilidad de los músculos y la elasticidad de las células de la piel. Es importante para la salud de uñas y cabello. Su extracto se usa como cosmético, incorporado a cremas y lociones. Se recomienda en productos suavizantes, emolientes, hidratantes y blanqueadores, lo mismo que astringentes y refrescantes.
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Tiene gran valor como tónico, para pieles sensibles y delicadas, otorgándoles tersura y suavidad. Borra manchas, aclara pecas, sirve como bronceador, detiene la caída del cabello, aclara cicatrices y evita las estrías en el embarazo. Los médicos griegos y latinos afirmaban que su jugo aumenta la inteligencia y calma los ardores de la carne. El pepino cohombro se debe cortar en rodajas y rociar con sal varias horas antes de consumirlo. para mejorar su sabor y digestividad.
Fuente: Diccionario Naturista – Naturaleza y Vida