Qué es la Vitamina E, para qué sirve

La vitamina E o Tocoferol, desempeña un papel fundamental como antioxidante; se disuelve en grasas y aceites. Ayuda al cuerpo a neutralizar y destruir los radicales libres. Con el selenio previene daños celulares. Se la considera la vitamina de la fecundidad, la reproducción y la longevidad. Mantiene el funcionamiento normal de la placenta en las mujeres.

Vitamina E
Vitamina E

Su carencia crea deficiencia funcional del útero, ovulación irregular y esterilidad en ambos sexos, así como abortos frecuentes. Igualmente, estimula la lactancia. Es útil en el tratamiento de la enfermedad fibroquistica del seno y del síndrome premenstrual.

Ejerce un efecto benéfico en las personas ancianas que soportan diferentes padecimientos, como alteraciones circulatorias y calambres en las piernas, estos desaparecen si se combina vitamina E con calcio y magnesio; ayuda a prevenir cataratas y retarda el envejecimiento celular y mental, así como los efectos de la degeneración muscular.

La vitamina E previene las enfermedades cardiovasculares al reducir los coágulos sanguíneos, el colesterol y los triglicéridos, e impedir que las placas grasosas se adhieran a las paredes arteriales. Para este efecto, vuelve la sangre más fluida y dilata suavemente los vasos sanguíneos. Incrementa el colesterol HDL, que limpia las arterias. Atenúa también los trastornos de la menopausia y previene y reduce los efectos del cáncer.

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En enfermos nerviosos con trastornos musculares y en úlceras varicosas, esta vitamina da buenos resultados pues colabora en la rápida regeneración de los tejidos, proporciona oxigeno, especialmente del conjuntivo; igualmente, ejerce una acción benéfica sobre los vasos capilares facilitando su renovación y mejorando la circulación.

Favorece la cicatrización de heridas y quemaduras graves de la piel. Beneficia los músculos cardíacos y la red vascular. Se encarga de proteger la integridad del hígado y de los glóbulos rojos. Sin la vitamina E los glóbulos sanguineos se desintegran y diversos aminoácidos que necesitan su concurso, no serían útiles.

Regula el metabolismo de los hidratos de carbono e hidrógeno. Favorece la digestión y absorción de las grasas y cumple un papel vital en la protección de los ácidos grasos esenciales que intervienen en varias funciones, entre ellas, producir energía para los procesos y activar otras reacciones.

La vitamina E interviene en el metabolismo de la hipófisis, la suprarrenal y las glándulas sexuales, así como en su producción hormonal. De igual manera, guarda relación con el metabolismo muscular. Por su acción desintoxicante, actúa contra los desechos tóxicos de los alimentos, colabora con el hígado en esta tarea. Mejora los problemas de la piel y su textura, previene las manchas que aparecen con la edad y controla la calvicie y la caspa.

La deficiencia de vitamina E está relacionada con alteraciones en la absorción intestinal de las grasas. La carencia produce tambien otros trastornos como debilidad muscular, creatinuria (residuo proteinico) y fragilidad de los eritrocitos para la piel. Es componente de muchos productos cosméticos, por su capacidad para retardar el envejecimiento celular, el deterioro cutáneo y la deshidratación, con lo que conserva la piel tersa y fresca.

Por otra parte, tiene participación en la formación del esmalte dental. Es un agente protector contra la contaminación ambiental y puede actuar como bloqueador de los rayos solares. Su potencia se disminuye en presencia de la manteca y otras grasas rancias, es resistente al calor y sensible a la oxidación. El organismo almacena esta vitamina en los músculos y en el tejido adiposo. En el caso de los adultos, la recomendación diaria de vitamina E está entre 10 y 25 miligramos.

Fuente: Diccionario Naturista, Naturaleza y Vida

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