La Arnica se usa en tintura y en preparación homeopática. Se recomienda contra las fiebres intermitentes, la retención urinaria y la parálisis. Estimula el sistema nervioso y los aparatos digestivo, circulatorio y respiratorio.
Externamente, se aplica en golpes, conmociones cerebrales, inflamaciones, forúnculos, contusiones, torceduras e hinchazones. Se debe usar moderadamente por que es hepatotóxica (tóxica para el hígado), por lo cual no se recomienda su uso oral prolongado sin la supervisión del especialista. No debe aplicarse en heridas.
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