Aunque las enfermedades son una realidad que todos sufrimos, y pueden llegar a causar serios problemas no solo a quien las padece, sino también a todo su entorno; en este artículo hablaremos sobre las enfermedades que más afectan las relaciones de pareja.
Entre las enfermedades más comunes que afectan a las parejas encontramos:
Enfermedades crónicas: Las enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas, artritis, enfermedades pulmonares, entre otras, pueden requerir cambios en el estilo de vida, cuidados constantes y limitaciones físicas. Estas condiciones pueden generar estrés y tensiones en la relación debido a la necesidad de adaptación y apoyo mutuo.
Enfermedades mentales: Los trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, entre otros, pueden afectar significativamente la dinámica de pareja. Estas condiciones pueden generar cambios de humor, dificultades en la comunicación y la intimidad, y la necesidad de un apoyo emocional adicional.
Disfunción eréctil: es la incapacidad de mantener una erección suficiente para tener relaciones sexuales satisfactorias. Esto puede causar estrés y frustración en la pareja. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos, terapia sexual o cirugía.
Trastornos de la libido: son alteraciones en el deseo sexual, que pueden ser causados por factores emocionales, hormonales o medicamentosos. El tratamiento depende de la causa subyacente.
Enfermedades de transmisión sexual (ETS): las ETS como el VIH, la gonorrea, la sífilis y la clamidia pueden tener un impacto negativo en la relación de pareja debido al miedo, la vergüenza y la falta de confianza que pueden surgir como resultado de la infección. El tratamiento para las ETS puede incluir medicamentos, terapia y cambios en el comportamiento sexual.
Infertilidad: La infertilidad puede tener un impacto emocional significativo en una pareja que desea tener hijos. Los tratamientos de fertilidad, las expectativas no cumplidas y la presión emocional pueden generar estrés y tensiones en la relación.
Enfermedades crónicas del ser querido: Cuando uno de los miembros de la pareja padece una enfermedad crónica o terminal, puede haber un impacto emocional y físico en ambos. El cuidado del ser querido, las preocupaciones financieras, el desgaste emocional y la incertidumbre pueden afectar la relación de pareja.
Qué porcentaje de divorcios se presentan por estas causas?
No hay una respuesta exacta a esta pregunta, ya que los motivos de divorcio son muy variados y a menudo hay varias razones por las que una pareja se separa. Sin embargo, según varios estudios, algunos de los problemas de relación más comunes que pueden llevar a la separación o el divorcio incluyen la infidelidad, la falta de comunicación, la falta de compromiso y el abuso.
Por ejemplo, según una encuesta realizada en 2018 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México, la principal causa de divorcio es la falta de amor o de comunicación en la pareja, seguida por la infidelidad.
En los Estados Unidos, según una encuesta de la Asociación Americana de Abogados Matrimoniales (AAML), la infidelidad es la causa más común de divorcio, seguida por la falta de comunicación y los desacuerdos financieros.
En general, las estadísticas varían según el país y la fuente de la encuesta o estudio, pero es común que las causas de divorcio relacionadas con problemas de comunicación, compromiso y abuso sean frecuentes en muchas partes del mundo.
Conclusiones
Cualquier enfermedad, especialmente aquellas de tipo crónico o inhabilitantes, pueden llegar a menoscabar una relación de pareja, cuando su rutina diaria se ve afectada por una enfermedad que puede limitar sus actividades más básicas, como la comida, el sueño, la relaciones sexuales, entretenimiento, etc.
Sin embargo, hay casos en los que sin importar la enfermedad que padezca la pareja, amorosamente el otro u otra, es capaz de tolerar y ayudar a su contraparte, a conllevar esa realidad. Todo depende de las circunstancias de la enfermedad, la edad, la madurez de las personas, y del grado de amor y compromiso de la pareja, entre otros factores.
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