Hoy en día vemos cantidad de pequeños negocios callejeros que han surgido, y esto nos da a entender que la gente quiere trabajar y ganarse su sustento dignamente, pero no tienen el espacio adecuado para emprender su sueño, ubicándose en sitios poco estratégicos como los andenes de las calles, obstaculizando el paso libre de los transeúntes, además de esto surge la problemática de los continuos enfrentamientos con la policía, que lo único que hace es decomisarles la mercancía, sin ofrecer ningún tipo de solución viable.
Los colombianos ya han tomado conciencia que lo mejor es esforzarse y montar sus negocios independientes, pero desafortunadamente muchos no cuentan con el capital suficiente para arrendar y mucho menos comprar un local, de ahí surge la necesidad que el gobierno cree estrategias de cambio, que ayuden a estos pequeños comerciantes para facilitarles un trabajo decente, donde ellos se sientan libres para adecuarlo de la mejor manera y lo más importante darles la oportunidad de capacitarse para tecnificar sus pequeños negocios, porque quien no maneja el sistema digital es considerado como un analfabeta, puesto que es el lenguaje del siglo veintiuno.
Los colombianos son gente emprendedora que si se le ayuda un poco puede salir adelante, solo necesitan un pequeño empujón por parte de las entidades gubernamentales para que ellos tengan acceso a las distintas herramientas a nivel de tecnología y educación que pueda llevarlos a posiciones nunca soñadas.
Otro aspecto que hay que resaltar y es que se debe incentivar a los campesinos para que le tomen cariño al campo y aprendan a crear
pequeñas empresas con los mismos productos que pueden cultivar, ya que la mayoría se vienen a las ciudades a formar parte de esa gran cadena de miseria, y donde las oportunidades para surgir son muy escasas. Ahora con el tema del post conflicto, y restitución de tierras, es cuando se deben crear programas que fomenten el amor por el campo, que sean capacitados, para que desarrollen productos de calidad, de tal manera que su visión sea tan grande, que la meta sea la de llegar a exportar a otros países. Lógicamente muchos están volviendo a sus tierras y están retomando sus antiguas labores, pero queda mucho por hacer en relación con la educación, para que se sientan valorados, y respetados por una sociedad que vive de lo que ellos producen.
Es básico que los niños campesinos empiecen a educarse para empezar a restaurar la parte ambiental, y que no haya en ellos ese sentimiento de abandonar el campo, ni mucho menos el país, sino inculcar mediante programas gubernamentales ese sentido de pertenencia que los haga sentir orgullosos de ser campesinos y de lo que hacen, es más sus propias fincas puede ser el lugar donde se empiece a producir la materia prima, lógicamente con la dirección de técnicos y gente profesional en el área que les pueda hacer un seguimiento, con este sistema se puede reducir mucho la pobreza y el desempleo, descongestionándose las ciudades, y ellos regresando a su lugar de origen donde se sentirán felices puesto que están en lo que les gusta hacer favoreciendo la productividad y sostenibilidad de este país
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