Iniciar un negocio o una pequeña empresa es una decisión muy difícil, se debe pensar bien antes de hacerlo, puesto que se debe contar con experiencia y un personal bien capacitado que pueda contribuir a dar resultados rápidos y confiables.
Un primer factor que se debe tener en cuenta es la PLANEACIÓN Y ORGANIZACIÓN, si se carece de estos dos elementos difícilmente progresará nuestra empresa, además de contar con un presupuesto que les dé la seguridad de asumir todos los gastos que se requieren.
Un segundo factor, es que los socios o dueños, tienen que conocer a fondo lo que pretenden realizar, sin improvisar, porque la falta de conocimiento en el campo en el que se piensa desarrollar, puede fracasar por esta situación.
Un tercer factor es el de saber sobre el mercado y su competitividad, ya que se tiene que contar con un buen capital y un equipo multidisciplinario, que aporte en diferentes áreas de desarrollo, estrategias que sirvan para hacer más productivo el negocio.
Un cuarto factor, es que la empresa no debe enfocarse solo en ganar dinero, sino que se debe concentrar más en producir artículos innovadores que causen impacto y sean d beneficio para la sociedad.
Un quinto factor, son las estrategias, las cuales deben ser variadas y que lleguen al público que más necesitan el elemento que se está ofreciendo, de ahí la importancia de escoger el mercado en el cual tiene que moverse más, y para este proceso hoy en día se cuenta con la tecnología cuyas herramientas nos ofrecen un amplio espectro de posibilidades para dar a conocer nuestro producto.
En síntesis, todos estos factores son básicos para que nuestro negocio no se quede a mitad de camino y fracase, sino que se estudie y analice bien cada uno de estos aspectos, para no tomar decisiones a la ligera, que fácilmente nos puede conducir al fracaso.