El Selenio es un antioxidante vital que ayuda a prevenir la formación de las moléculas de radicales libres que aceleran el envejecimiento, los neutraliza y los destruye, especialmente si se toma combinado con la vitamina E.
Previene la oxidación de la hemoglobina. Ayuda en la regeneración del hígado, especialmente en la cirrosis. Este microelemento se requiere para la función pancreática, así como para la fertilidad y la elasticidad tisular. Ayuda a mantener la piel suave, elástica y con aspecto juvenil.
El cáncer y las enfermedades cardíacas han sido asociados con la deficiencia de este mineral. Ayuda en el tratamiento y prevención de la caspa. Es un protector de la intoxicación ambiental por mercurio. El selenio y la vitamina E actúan sinérgicamente para producir anticuerpos, protegiendo el sistema inmune y manteniendo el corazón saludable.
Fuentes naturales
El selenio se encuentra principalmente en las nueces del Brasil, pescados y mariscos, arenques, atún, salmón, huevos, levadura de cerveza, champiñones, germen de trigo, productos lácteos, ajo, melazas.
También está presente en las acelgas, cebollas, brócoli, nabos, perejil, rábanos, repollo, tomates, sábila, zanahoria, germinados y semillas de ajonjolí; en los cereales integrales como arroz, trigo, centeno, avena, cebada y salvado. Se encuentra, además, en el agua de mar.
Fuente: Diccionario Naturista – Naturaleza y Vida